sábado, 19 de enero de 2013

Buen viento y buena mar...

Hace unos meses escribí Amarte... justo cuando despertábamos en esta ciudad el último día en tu compañía en éste, mi nuevo mundo. Hoy es de noche y han pasado ocho días desde que todo terminó... no entiendo ni entenderé en algún tiempo, a lo mejor nunca, que pasó. Sé que amé y amo como a nadie... sé que mi vida por primera vez pudo haber cambiado en sus prioridades y fue lindo la verdad.

Hoy aunque no me siento tan triste como en otros días tengo la sensación de que me desperté de un lindo sueño y no puedo abrazar la realidad... mi mente analítica y revoltosa trata de comprender qué pasó, y no entiende. Solo recuerda ese domingo maravilloso entre música, abrazos y besos y también lágrimas y el último te amo antes de entrar a migración para no volver a verte... para ahora ni siquiera escuchar, solo leer un lánguido te quiero... o un... no tengo tiempo.

Es bien raro... es doloroso... me queda la inmensa tranquilidad de haber amado como nunca y como a nadie, de haberme entregado con todo, de no haber desperdiciado la más mínima oportunidad de hacerte sentir el ser más importante y bello en mi vida. Tengo la impresión de que la intensidad no va de la mano con el tiempo... son inversamente proporcionales. Estos tres meses fueron intensos y bellos, ojalá que los próximos también lo sean para que pronto seas solo un recuerdo de una bonita fase de mi vida y del momento en que sentí que realmente el amor es capaz de superar todo... hasta la distancia.

Te amo profundamente y espero que la vida te de muchas cosas buenas... buen viento y buena mar!!!