sábado, 30 de agosto de 2014

Algunas reflexiones sobre la muerte...

Esta ha sido una de esas semanas en que pasan tantas cosas. Ciertamente en la vida siempre está pasando algo pero hay momentos en que uno siente que todo pasa, a todos y en todos los lugares. Algo que comencé a percibir cuando aún era muy pequeña fue la realidad de la frase "y la vida sigue". Mi abuela, Eva Peña Linares, falleció en Bogotá el 19 de febrero de 1986 mientras cruzaba  la Carrera 30, Avenida Quito o NQS así llamada en tiempos modernos. Ese día algo cambió. Realmente fue un impacto para mí, esa mañana nos despedimos como siempre sin saber que era la última vez que yo escucharía su voz, esa que hoy no recuerdo. Al siguiente día mientras veía cómo aparecía gente que nunca había visto, "familiares", amigos y demás me di cuenta de que ella había partido y para mí era como si la vida se hubiese detenido en ese instante pero los relojes seguían su marcha. Un día después de su entierro había soledad y todos esos montones de personas que aparecieron por uno o dos días... desaparecieron de nuevo. Sí, es cierto, la vida sigue!

La muerte siempre me ha producido temor, ese evento desconocido del que muchos hablan pero que a ciencia cierta nadie conoce y que definitivamente a todos nos pasará algún día. Mi segundo encuentro con la muerte fue diez años después cuando mi papá decidió recorrer ese camino, una muerte lenta, precedida de dolor, de encuentros, de disculpas, de amor... pero al fin y al cabo la misma que conocí 10 años antes. Él se fue un 10 de agosto, domingo, en la tarde. Yo solo lo supe a la medianoche cuando el teléfono sonó y yo sabía exactamente para qué era esa llamada. Con él además de ver que el tiempo sigue su marcha tuve otra serie de impactantes imágenes... gente tomando fotografías (hellooooo!), personas queriendo insistentemente conocerme porque yo... era la hija que nadie conocía pero que "nadie podía negar", los "hermanos" que conocí algunos meses antes del deceso, soledad! Un bicho raro siguiendo a la gente mientras ese que estaba ahí era una de las personas más importantes en mi vida ... mi papá. Mientras yo pensaba en mis llamadas de los domingos veía como había una comida especial en una finca cerca a Neiva, mientras esperábamos sus cenizas... esas que ni siquiera sé en dónde están... qué raro eso de la cultura de la muerte!

Desde ahí hasta hoy he visto morir a muchos, cercanos, no tan cercanos... es cierto que hay muertes que nos impactan más que otras... durante todos estos años he ido aprendiendo a convivir con ella, a lo mejor hasta somos amigas para lo cual ayuda esta visión de la muerte en México: colores, humor, un día de muertos lleno de cosas realmente bonitas. Un cambio de vida!

El beso de la muerte de Jaume Barba   
Al final, hoy, en este momento de mi vida, creo que es eso ... la muerte es un cambio de vida por lo tanto la muerte no es dejar de vivir sino más bien es comenzar a hacerlo, es quizás un nacimiento, un parto! Llegas a un nuevo lugar con las manos vacías pero listas para recibir, la adaptación es difícil -la dificultad aumenta dependiendo de nuestra capacidad para sobrellevar tantos cambios-. Y depronto aquí estoy yo... María Andrea, MAO ... esa misma, el mismo nombre pero dentro de la piel alguien diferente, una persona que hace cinco años sería una total desconocida pero hoy es todo para mí, esa MAO que me hace los días felices, algunas veces nostálgicos, pero sobretodo que hoy se preocupa por vivir el presente con los aprendizajes del pasado y preparándose para un futuro tranquilo y maravilloso.

Algunos pensarán que esto es un escrito "escatológico" tal vez!... yo creo que es este proceso de ir aprendiendo de la muerte para al final estar preparada aunque, otra verdad es que "para la muerte nunca estamos listos", no para la nuestra, mucho menos para la de quienes están cerca... siempre hay tristeza, en mi caso siempre un vacío que asocio con soledad, con alguien que grita dentro de mí: ¿cómo sigue pasando el tiempo cuando yo siento que mi vida se paró en este instante?

En fin...

Fuente fotografía http://raulgarciamoreno.wordpress.com/tag/evanescence/

miércoles, 6 de agosto de 2014

La amargura y yo!

La amargura y yo tuvimos una profunda relación amorosa, tan profunda que decidimos dejarnos libres, yo continué para seguir buscando la felicidad y la encuentro cada día, y cuando no aparece la construyo! Ella, espero que sea feliz en su camino pero sobretodo le agradezco el haberme dejado en libertad... es el mejor regalo que alguien puede darle a quien ama!