Nací el 18 de julio del año 1.975 en la Clínica Palermo, de moda por esa época para quienes como yo nacíamos en Bogotá. Desde ese día hasta hoy he contado con una sola compañía, la de mi mamá quien como dato curioso, cumple años cinco días después de mí, el 23 de julio. Desde que nací en esa fría madrugada bogotana a las 3.45 dice mi mamá (a las 3.20 dicen los astrólogos, tarotistas y demás) he acompañado a mi mamá año tras año en esta fecha, una de las más importantes de cada año.
Hablaré hoy de lo que es ella en mi vida... mi razón de muchas cosas, mi pelea de todos los días pero al final el ser más importante en mi vida (aunque ella no lo tiene muy claro!). Hoy 23 de julio de 2012 podré dedicarme a ella todo el día para solo hacer lo que ella quiera y creo realmente que es el único año, el primero en el que puedo hacer esto así que simplemente disfrutaremos nuestro día, realmente es eso, nuestro día.
Mi mamá nació en un pueblito del departamento del Tolima, en el Líbano, en la época en la que, según ella, nuestro país vivía en paz, la gente podía creer en la palabra del otro, se hacían bailes y fiestas llenas de alegría y comida (cómo me gusta la comida) y ella recibía moneditas y chocolates como regalo de sus padrinos y vestía con los mejores vestidos por ser la consentida, la pequeñita.
Algunos años después misiá Eva (mi abuela) se la llevó un buen día para Armero, sí, ese lugar que hace 25 años fue borrado del mapa gracias a la carencia de un sistema de prevención de desastres en nuestro país por el año de 1.985. En Armero creció y se hizo mujer y creo que una muy muy bonita por todas las fotos que he visto... de lo que pasó con su vida de ahí en adelante no sé mucho aparte de que tuvo varios novios, disfrutó de fiestas y amigos pero sobretodo trabajó y trabajó para lograr tener una vida decente en compañía de mi abuela.
Lo que sé después y para no hacer este relato muy largo, es que conoció a mi papá (no sé si eso fue bueno o malo lo que sé es que gracias a eso llegué yo a este mundo), se enamoró y sé que a pesar de muchas circunstancias fue ella la mujer que él más quiso en su vida y de Ibagué, lugar de su encuentro de vida con él, se trasladó a Bogotá cuando contaba con cuatro meses de embarazo y aquí nací yo, rolita como suelen decirme, eso soy.
Estos 37 años en su compañía han sido el principal pilar de lo que soy, como en cualquier relación madre e hijo ha habido momentos difíciles pero al final seguimos juntas y espero, realmente espero y le pido a Dios y a la Virgen de Guadalupe (de quien ella es devota), que me la cuide mucho y me ayude a darle todo lo que ella necesita y sobretodo a hacerla muy feliz.
Por eso hoy quiero decir Feeeeeeliz cumpleaños a mi quinceañera, a mi reina, a mi mamá,... Te amo ma!
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